Hasta el siglo XIX la Psicología fue considerada una rama de la Filosofía, pero a partir de entonces, el constante avance de las ciencias naturales hizo que los psicólogos comenzaran a utilizar los mismos métodos, basados en la experimentación y la medición, con el objetivo de convertir a esta disciplina en una ciencia.

 

La característica de la Psicología clásica habían sido sus supuestos metafísicos. La Psicología cristiana estaba formada por la síntesis de la doctrina platónica y aristotélica y era definida como el estudio o ciencia del alma, como sustancia inmaterial, considerando la naturaleza total del hombre como un ser tanto espiritual como material.

 

A partir del siglo XIX la Psicología centra su interés en el estudio de los fenómenos observables convirtiéndose en una Psicología empírica, la cual se transforma en experimental cuando la observación se realiza en forma controlada en un laboratorio.

 

La Psicología experimental nace en Alemania, siendo desarrollada posteriormente por Wundt, quien fundó el primer laboratorio de Psicología en Leipzig en 1870.

 

Las escuelas más importantes que surgieron posteriormente en primer lugar fueron el Funcionalismo, el Conductismo, la escuela rusa, iniciada por Pavlov y Bechterev, interesada principalmente por la neurofisiología, la Psicología Experimental, el Psicoanálisis, El Estructuralismo, que incluye el Existencialismo y las escuelas intropeccionistas, la Fenomenología de Husserl, la Psicología Comprensiva de Dilthey, la Psicología Social, la Psicología de la Gestalt.

 

Cada corriente psicológica tiene un fundamento filosófico que la sustenta, es decir, una concepción del hombre y del mundo, que la circunscribe de esa manera dentro de una línea de pensamiento.

 

Las distintas orientaciones en Psicología han surgido, a veces, por oposición o disidencias con otras ya existentes y también inspiradas por los cambios que se van produciendo en la sociedad, que generan en el hombre modificaciones significativas en su forma de ver la realidad.

 

De acuerdo a la concepción del mundo y de si mismo que una persona tenga, así será cómo se identificará o se opondrá a ellas, quedando habilitada a elaborar un nuevo concepto a partir de un proceso selectivo coherente.

 

Con la Psicología experimental comienza el estudio de la fisiología de los sentidos, específicamente psicológicos, como la sensación, la percepción y las reacciones a los estímulos.

 

Desde que la Psicología se incorpora al campo de las disciplinas científicas, cumpliendo con los requisitos de objetividad, confiabilidad y validez de los experimentos, se registran corrientes de pensamiento innatistas, que reconocen un potencial innato en el hombre, y otras ambientalistas que ponen énfasis en el ambiente como única fuente de influencia para el desarrollo, descartando cualquier forma de potencial previo.

 

El Estructuralismo fue un método científico creado en Alemania e importado a los Estados Unidos por Titchener, quien consideraba a la Psicología como la ciencia de la conciencia y el espíritu y cuyo método era la introspección.

 

El espíritu se refiere a la suma total de los procesos mentales que ocurren durante la vida de un individuo y la conciencia a la suma total de procesos mentales que ocurren ahora, en un momento dado. Tanto el espíritu como la conciencia deben concebirse como experiencia humana, dependiente de un sistema nervioso que puede describirse en función a los hechos observados; y estudia el mundo con referencia al sujeto que lo experimenta.

 

Esta forma de Psicología se la denomina estructuralismo y también se conoce como Introspeccionismo o Existencialismo.

 

La Psicología de William James es la ciencia de la vida mental, tanto de sus fenómenos como de sus condiciones. Un fenómeno significa un objeto sin prejuicios, sin la deformación de la costumbre, el aprendizaje, los hábitos, etc.

 

El Funcionalismo estudia los procesos psíquicos como actividades que conducen a consecuencias prácticas, orientándose hacia las acciones.

 

El Conductismo, cuyo fundador fue John B. Watson se opone a toda psicología que se refiera a la conciencia. Su tesis principal es que la conducta humana puede ser explicada como respuestas a estímulos, negando la existencia de instintos, inteligencia y dones innatos, por lo tanto, el objeto de la Psicología es la conducta.

 

La Psicología de la Gestalt se interesa en los problemas de la percepción. No sólo hay una tendencia a la forma en las reacciones a una percepción sino que la tendencia es tan acentuada que cuando la situación externa no está completamente formada, la reacción psicológica tiende a completarla.

 

El individuo proyecta su interioridad en su forma de percibir y es posible detectar problemas de personalidad y patologías por medio de tests proyectivos.

 

La experiencia tiende a asumir la mejor forma posible, de tal manera que las formas tienden a hacerse más precisas y más claramente definidas.

 

El Psicoanálisis de Sigmund Freud no cumple los requisitos básicos del conocimiento científico pero es una teoría fundamentada teóricamente, con raíces en el terreno de la clínica que representa un incuestionable aporte para la comprensión de la neurosis.

 

La influencia de los contenidos inconscientes en los trastornos psicológicos, tienen fundamental importancia en esta teoría. Los traumas infantiles producen fijaciones en distintas etapas del desarrollo, que al no ser elaboradas emocionalmente, permanecen en el inconsciente, afectando al sujeto en su vida adulta; y el objetivo de la terapia se centra en la elaboración emocional de los traumas del pasado.

 

La sublimación de los instintos sería para Freud el origen de la cultura, que significa la posibilidad de canalizar parte de la energía sexual hacia fines socialmente aceptables.

 

La Psicología del Individuo de Adler entiende que el comportamiento humano se orienta, guía y determina por una finalidad. Esta finalidad es invariablemente un objetivo de superación, perfección, seguridad, dominio. Se puede conocer a un hombre a través del objetivo que persigue.

 

Ante un trastorno psicológico hay que descubrir qué servicio intencional presta el síntoma para la realización de los objetivos del sujeto, qué actitud vital expresa, para qué fin realiza la función de medio. El tratamiento tratará de sustituir el objetivo neurótico del paciente por uno apropiado, es decir por un plan y estilo de vida nuevos.

 

El individuo no padece cualquier tipo de neurosis, sino la que se ajusta a su finalidad y estilo vitales, no sufre pasivamente una neurosis, es neurótico.

 

El neurótico es un enfermo social que intenta eludir los requerimientos de la comunidad. Esa ausencia de sentimiento social es causa del afán de poder que pone al individuo en conflicto con sus semejantes, buscando valer en ámbitos fuera de la cultura. Esta psicoterapia es reeducación, readaptación y reincorporación a la comunidad.

 

La Psicología Social entiende que la conducta concreta de los hombres sólo puede comprenderse y explicarse dentro del contexto de la realidad social. Es una posición ambientalista, es decir el ambiente como factor determinante de la conducta.

 

La Psicología Comprensiva cuyos representantes de mayor relieve son Dilthey, Spranger y Jaspers, procura mostrar la autonomía del hombre no obstante cualquier condicionamiento. Se centra más en la búsqueda de las intenciones y de los fines, más que en las causas de la conducta. Postula al hombre como un ser real, histórico, que vive en un determinado contexto socio cultural y que en su padecer, obrar y crear, no puede ser aislado de las condiciones de su época.

 

La Psicología Fenomenológica tiene como punto de partida a Husserl que busca lograr una Psicología que procure la descripción ajustada de los fenómenos en su concreta realidad.

 

La reducción fenomenológica quiere decir la exclusión del mundo, su postergación dentro de un paréntesis, suspendiendo el juicio. El objeto es la conciencia pura. El desorden psíquico encierra un sentido dentro de la totalidad humana y su dilucidación depende de la comprensión de ese significado.

 

La Psicología Factorial de Spearman es un método para la investigación de la estructura de la inteligencia: el análisis factorial. Es un instrumento objetivo, basado en la observación exterior y en la estadística.

 

Nuevas corrientes psicológicas surgen en el mundo respondiendo a nuevas necesidades, en una realidad cada día más compleja que cambia vertiginosamente e impide al hombre adaptarse.

 

Pero también cobran vida antiguas tradiciones o creencias, que vuelven a actualizarse en virtud del sentimiento de aislamiento que siente el hombre de hoy en una sociedad despersonalizada e individualista, poblada de vidas solitarias.